20 de septiembre de 2007

Agua de Riego. Limitantes en la Floricultura

Ing. Agr. Rolando Klasman
Departamento de Producción Vegetal
Cátedra de Floricultura

Facultad de Agronomía - Universidad de Buenos Aires

Los contenidos minerales en el agua de riego frecuentemente pueden conducir a problemas severos para los cultivadores de plantas ornamentales. El aprovisionamiento con agua de calidad debe estar como objetivo prioritario al encarar la producción. No se tendrán cultivos de calidad donde el agua de riego es de baja calidad. Aguas consideradas malas, arruinarán los cultivos, los suelos, los sustratos y tienen además el efecto de inhibir la acción de pesticidas, reguladores de crecimiento y preservantes florales.

F
uentes y variables químicas

El agua para regar puede provenir de:
  1. Una perforación
  2. Un reservorio o una corriente de agua superficial
  3. La red municipal

El agua proveniente de una perforación es la primera fuente de provisión de los floricultores de la zona que rodea Buenos Aires. Debería conducirse un seguimiento periódico sobre la calidad del agua de manera de tener información para realizar correcciones útiles sobre algunos factores que pueden convertirse en limitantes:

  • Valor del pH
  • Valor de CE -conductividad eléctrica-
  • Cálculo de la fertilización
  • Control de la alcalinidad [HCO3-]
  • Nivel de sodio [Na+]
  • Síntomas de deficiencias nutritivas en planta, follaje y flores.
  • Otros factores que surgen unicamente de la realidad donde se realiza el cultivo

La presencia de problemas es característica de un sistema dado. La verificación consistirá en el muestreo del agua en forma frecuente. Valores inadecuados de alcalinidad o pH producirán daños visibles en las plantas, por ejemplo por déficit en la absorción de micronutrientes.

No importa el tamaño, la sencillez o sofisticación de un establecimiento, la calidad del agua redunda en mejores rindes, mayor calidad de los productos.

En algunas localidades del país podrían resultar inadecuados los valores de cloruros, boro, fluor, TSD*, RAS** u otros. También conviene tener en cuenta que una muestra de agua con valores de análisis aptos para agua de bebida animal puede ser dañinos para proyectos de floricultura.

En la zona bonaerense algunos análisis aislados hasta unos 100-120 Km de la Ciudad de Buenos Aires. muestran que los iones críticos son en mayor medida el bicarbonato y el sodio. También diversas localidades de la región pampeana tienen esas características (Costa, 1995).

Cuando se lleva adelante un control sobre calidad del agua se debería plantear:

  • un valor objetivo u óptimo
  • un valor aceptable por fuera del anterior
  • categorías de regular a malas

El agua subterránea originada en perforaciones, es la fuente más importante para el riego de los cultivos florícolas y comestibles en nuestra zona de quintas de la región periurbana bonaerense. Hay provincias o regiones donde el agua de riego proviene de alguna fuente superficial o una combinación de fuentes superficiales y perforaciones.

Bicarbonatos, Alcalinidad y Sodio

En la zona donde están asentados la mayoría de los cultivos del cinturón verde bonaerense, el agua es bicarbonatada sódica. Esto significa que el anión más abundante es el bicarbonato [HCO3-] y el catión más abundante es el sodio [Na+]. Existe un marcado error cuando no se tiene en cuenta el valor de bicarbonatos en los análisis. Cuando no se distingue entre alcalinidad y pH al momento del análisis o en su interpretación, las conclusiones distarían de ser acertadas. Si bien la consecuencia de un valor de alcalinidad en el agua, va a estar relacionada con el valor del pH que tome el medio de cultivo, no es lo mismo alcalinidad que alcalino. El primer término hace referencia a la elevación del pH tras la aplicación de ese agua y a conscuencia de una reacción química. Valores aceptables de pH, junto a altos valores de alcalinidad resultarán inadecuados para los cultivos (Warncke, 1997). Esta diferenciación ha sido muy desarrollada para cultivos bajo cubierta por distintas investigadores mediante publicaciones, aunque la alcalinidad es una variable que tiene antecedentes desde hace muchos años para el agua de bebida.

En un análisis de agua se toman en cuenta muchos otros iones disueltos, la suma total de todos ellos (TSD), el valor del pH y una serie de parámetros que surgen de cálculos con los valores que nos da el laboratorio.

No es lo mismo la calidad del agua requerida para destinarla a un cultivo de plantas leñosas (pej. rosas para flores cortadas) que para una producción de trasplantes o pequeñas plantas juveniles en bandejas alveoladas. En este último caso el pequeño volumen de la celda de la bandeja que recibe frecuentes riegos por microaspersión puede hacer inviable el sustrato para la pequeña plantita que esta en crecimiento. Por el mismo motivo cuando se cultivan plantas en sustratos con muy baja capacidad buffer, el riego frecuente con aguas de alta alcalinidad puede cambiar el pH del sustrato en forma muy considerable a partir de un momento del ciclo de cultivo. Esto produce un cambio "pico" en la capacidad de absorción de nutrientes, dando por resultado la modificación de la calidad final de la planta.

El paso del tiempo luego de usar aguas del tipo bicarbonatada sódica pueden volver improductivos, suelos que son en principio de muy buena calidad.

No tener en cuenta las características del agua con la que se cuenta para cultivar es aventurado y puede llevar a malograr cultivos y una economía completa. Muchos floricultores tuvieron que migrar hacia otros lugares o dejar de hacer cultivos en el suelo, para seguir trabajando con plantas en macetas. En muchos casos, no quedó explicado que es lo que determinó que ese lugar no sirviese mas para cultivar. Una explicación podría estar en la calidad de las aguas y el efecto de ellas sobre los suelos, luego de varios años de cultivo.

Es bueno recordar que alcalinidad y alcalino son conceptos diferentes. Un agua con elevado valor de alcalinidad aunque tenga pH aceptable, es una fuente de eliminacion de protones, lo que redundará en un inmediato ascenso del pH.

En esta figura puede observarse, la limitación al ingreso de nutrientes esenciales que se produce en una planta cultivada en un medio sin suelo conformado por turba, cortezas y otros componentes. El pH óptimo está delimitado por la zona verde de lineas inclinadas. Presione con su ratón para ver en mayor tamaño.

Las plantas en macetas tienen una ventaja, luego de un tiempo relativamente breve se llevan la planta del cultivo y comienza otro ciclo con un nuevo sustrato en una maceta nueva.

El cultivo en invernaderos tiene además un inconveniente, el cual es que el único agua que llega a las plantas y al medio de cultivo, es la que se extrae de un pozo. En el invernadero no se consigue el lavado que brinda el agua de lluvia. Esto agrava más aún la situación que origina un agua de calidad regular a mala.

Hay que tener en cuenta que las aguas tienen disueltas las sales de las formaciones geológicas que atraviesan y con cada riego se vuelcan esos minerales sobre los suelos o contenedores en cultivo. En los contenedores o macetas, la situación también se puede tornar crítica en poco tiempo. No importa cual ha sido el costo de un sustrato ácido, la alcalinidad tornará ese insumo en inválido.

Si observamos el gráfico veremos que los valores de bicarbonatos en algunas localidades son tan elevados que tornan el ambiente limitado de un contenedor en un medio altamente alcalino. Si el sodio es de por si tóxico para las plantas (Rubio, 1995) y modificador de las propiedades coloidales del suelo, el bicarbonato es una fuente de alcalinidad potente.

Este gráfico representa los

datos obtenidos por Luis Balcaza, pionero

en analizar riesgos al utilizar aguas de riego en

cultivos bajo invernaderos.

Los cultivadores tienen en sus manos posibilidades tecnológicas, como son el tratamiento del agua para disminuir los bicarbonatos y el tratamiento del suelo para enmendar el efecto pernicioso que trae el agregado de sodio con cada riego.

Estos temas acerca de los riesgos involucrados tras el riego con aguas peligrosas, fueron expuestos en la horticultura hace más de una década (Klasman, 1994). La diferenciación entre alcalino, alcalinidad y pH fue publicada en varios trabajos (Cox, 1995). En el INTA Gran Buenos Aires se realizó un trabajo importante relevando mediante análisis de suelos de invernaderos y haciendo análisis de las aguas de los acuíferos que utilizaban distintos cultivadores en la zona sur. Estas investigaciones fueron publicadas mediante un boletín entre INTA y UNLP (Balcaza, 1999). Con datos de una nueva publicación (Balcaza, 2003) y un análisis que proviene de aguas de Escobar, se presenta aquí un gráfico en el que se pueden ver los datos que surgen de dichos análisis para los dos iones principales que caracterizan el agua subterránea de la zona. Los valores deseables que están indicados mediante las últimas barras en el gráfico.

En Buenos Aires hay productores de plantas en macetas, que tienen experiencia en estos problemas y hacen viables sus cultivos, recogiendo agua de lluvia en algún reservorio como estanques o cisternas y regando con ella sola o en mezcla con su agua de pozo; esta operación, diluye la elevada conductividad eléctrica o la presencia de iones indeseables. Algunos horticultores de avanzada, resuelven este problema de índole fisicoquímica del agua al tener implementados sistemas de inyección de correctores de su alcalinidad, mediante el cabezal del equipo de riego. La corrección se realiza mediante agregado de ácidos [H+], que eliminan la presencia cierta cantidad de bicarbonatos, miliequivalente a miliequivalente, a fin de dejarlo en un valor apropiado. Otra forma complementaria de neutralizar la fuente alcalina es mediante fertilizantes de reacción ácida.

Los problemas presentados tienen soluciones tecnológicas viables. Una producción florícola o de alimentos debe ser intensiva tambien en recursos humanos y tecnológicos. Hay mucho capital en juego y no puede quedar librado al azar lo que pasa a nivel de las raices de las plantas con la solución del suelo. El propietario y su profesional a cargo deben estar atentos a estas variables, que como el nombre lo indica varían en el tiempo. Para asegurar cultivos exitosos ambos deberán tomar medidas oportunas en su momento.

Llamadas

*TSD: Total de Sólidos Disueltos, tienen relación directa con la Conductividad Eléctrica. Esto permite obtener el valor de TSD a partir de la medición de la CE.

**RAS: Relación de Absorción de Sodio, con la sigla SAR en idioma inglés. Un RAS elevado en el agua de riego, incremetará el RAS del suelo. Es una relación entre la concentración de Sodio y las concentraciones de Calcio y Magnesio. Si el contenido de sodio del agua de riego incrementa la concentración del mismo catión en el suelo, este catión -Na+- tiene capacidad de deesplazar el calcio del complejo de intercambio y en suelos con contenidos elevados de arcilla, el suelo se compacta, tiene problemas de drenaje y trae inconvenientes para la oxigenación de las raíces.

En aguas con alto contenido de bicarbonatos, el RAS es mayor al calculado por esta fórmula, pues el [HCO3-] hace precipitar al calcio produciendo una elevación del RAS. Es la razón por la que debe calcularse el RAS ajustado por el siguiente procedimiento: RASadj = 0.08 + 1.115 x (RAS).


Referencias

En este blog se pueden encontrar varios artículos relacionados con las palabras claves: agua, calidad. Se pueden encontrar en la ventana de búsqueda arriba a la derecha.

Balcaza, L. 2003. Deterioro de los Suelos Cultivados Bajo Invernáculo. Revista IDIA XXI: N°4 Agosto.

Costa, José Luis, (1995). Calidad de agua. In: H. Cetrángolo et al. (ed.). Manual de riego del productor pampeano. SAGPyA. ISBN Nro 987-95327-4-0. Bs As.

Cox, Douglas. 1995. Water and Alkalinity. Plant and Soil Sciences. Massachusetts University.

Klasman, R. 1994. Prevención de los efectos de la salinización en cultivos bajo invernadero. Septiembre. Informe Frutihortícola.

Rubio, F; Gassmann, W, Schroeder, J. Sodium-driven potassium uptake by the plants potassium transporter HKT1 and mutation conferring salt tolerance. 1995. Science. Dec 8;270 (5242):1660-3 7502075

Warncke et al.1997. Plant Nutrition, Media and Water Testing. Ball RedBook. Chapter 11. 16Th Edition.


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