En la mencionada zona donde están asentados la mayoría de los cultivos intensivos, el agua es bicarbonatada sódica. Esto significa que el anión más abundante es el bicarbonato (HCO3-) y el catión más abundante es el sodio (Na+). En un análisis de agua se toman en cuenta muchos otros iones disueltos, la suma total de todos ellos (TSD), el valor del pH y una serie de parámetros que surgen de cálculos con los valores que nos da el laboratorio. Algunos instrumentos y análisis pueden ser de utilidad realizados in situ, en el propio cultivo. Pero además necesitamos datos de laboratorio para determinar posibles limitantes que no se hayan tenido en cuenta.
No es lo mismo la calidad el agua requerida para destinarla a un cultivo de plantas leñosas que para una producción de trasplantes o pequeñas plantas en bandejas alveoladas.
No tener en cuenta las características del agua con la que se cuenta para cultivar es aventurado y puede llevar a malograr cultivos y una economía completa. Muchos cultivadores tuvieron que migrar hacia otros lugares o dejar de hacer cultivos en el suelo, para seguir trabajando con plantas en macetas. Las plantas en macetas tienen una ventaja, luego de un tiempo se va la planta del cultivo y comenzamos de nuevo con otro sustrato en una maceta nueva. Pero conocemos muchos casos de cultivadores que tuvieron que dejar de lado el suelo natural para cultivar y algunos floricultores conocidos han dejado de hacer las plantas con las que se adquierieron fama y buenas ganancias. En muchos casos, no quedó explicado que es lo que determinó que ese lugar no sirviese mas para cultivar. Por conversaciones con productores con problemas, advertimos a los mismos que su problema debía estar en el agua subterránea. Hay cuestiones técnicas que no se pueden obviar
El cultivo en invernaderos tiene además un inconveniente, el cual es que el único agua que les llega es la del riego que se extrae de un pozo. En el invernadero no se consigue el lavado que brinda el agua de lluvia. Esto agrava más aún la situacion que origina un agua de calidad regular a mala.
Los cultivadores tienen en sus manos otras posibilidades, como son el tratamento del agua para disminuir los bicarbonatos y el tratamiento del suelo para enmendar el efecto pernicioso que trae el agregado de sodio con cada riego. Fue advertido en un escrito en una publicación que hicimos en la revista Informe Frutihorticola en el año '94, (Klasman, 1994) los riesgos que traía el riego con aguas peligrosas. El Ing. Luis Balcaza del INTA Gran Buenos Aires, realizó un trabajo importante relevando y haciendo hacer análisis de las aguas que utilizaban distintos cultivadores en la zona sur y que fuera publicado en la Revista IDIA del INTA. Con datos de esos análisis y alguno que proviene de la zona norte se presenta aqui un gráfico en el que se pueden ver los datos que surgen de dichos análisis para los dos iones principales comparados con valores deseables que están en último lugar en el gráfico. Algunos de los problemas prsentados tienen soluciones tecnológicas sencillas. El productor debiera tomar ciertas medidas a tiempo.
Un breve artículo reciente (junio 2010) sobre calidad del agua de riego, donde se describe la diferencia entre alcalinidad y dureza, puede verse en [ver más +]
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Ing. Agr. Rolando Klasman
Departamento de Producción Vegetal
Cátedra de Floricultura
Facultad de Agronomía - Universidad de Buenos Aires
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Facultad de Agronomía - Universidad de Buenos Aires
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