17 de septiembre de 2011
Nuestra vida junto a las plantas y flores
Nota escrita por Rolando Klasman
En gran medida dentro de las urbanizaciones modernas densamente pobladas de las ciudades, nos encontramos a gran distancia de la belleza de los escenarios naturales. En la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, o en otros centros urbanos de la Argentina estamos distantes y fuertemente desconectados de la naturaleza original del propio lugar. Vivimos en un ambiente altamente polucionado con pocas vinculaciones con el suelo, el cielo y una atmósfera que que puedan considerarse ausentes de la contaminación.
Por otro lado la mayoría de la gente pasa gran parte de su jornada en ambientes interiores.
La presencia de flores y plantas naturales en los espacios donde trabajamos o en nuestros hogares, contribuye a los efectos de un mejor vivir y bienestar que nos conecta con lo natural, mejorando con amplitud las percepciones de nuestros sentidos.
Las plantas además pueden disminuir la concentración de contaminantes que continuamente producen los objetos que tenemos en nuestro derredor en hogares, oficinas y otros lugares donde nos desenvolvemos. Los objetos emiten por volatilización sustancias químicas en forma de gases, que entran en la composición o derivan de los materiales generalmente de origen industrial que vamos incorporando en nuestros habitats. Las plantas, contribuyen a mitigar esta contaminación.
Desde solo tener plantas y flores vivas en los ambientes donde nos movemos, hasta desarrollar una aficción por conocerlas mas, aprender a cultivarlas, su mantenimiento y multiplicación, constituyen actividades gratificantes y fuertemente enaltecedoras de nuestra personalidad y calidad de vida.