El alto ritmo que en los últimos años tiene la construcción de urbanizaciones por fuera de las ciudades, sean estos: condominios -un concepto que mezcla unidades de vivienda con generosos espacios verdes- u otras formas, siendo generalizado como "countries", los que incluyen clubes de campo, barrios cerrados, "chacras", edificios tipo propiedad horizontal, algunos con salida directa a brazos del río, con la consecuente posibilidad de actividades náuticas; creación de escuelas internas, guarderías. Esta forma de transformación de lo rural en residencial, siempre con el deseo de vivir en un ambiente de casas rodeadas de mucho verde lejos de la "gran ciudad". Toda esta actividad ha producido como nunca, una gran demanda de parquizaciones, paisajistas, jardineros, cesped, control de adversidades de las plantas y una serie de servicios concomitantes para la articulación de ese tipo de conjuntos habitacionales que funcionan como un consorcio. Estas urbanizaciones tienen en común los espacios verdes en una proporción considerable, una mayor privacidad y una ubicación por fuera de la ciudad.
Esta vinculado a este concepto de vivienda en condominios, el requisito de mayor seguridad que brindaría, frente al ambiente por fuera de él.
Los planos o maquetas, dan una idea de las diversas tipologías de edificación que preanuncian el vínculo o distancia que media entre una casa respecto de la siguiente. Para arribar a la conclusión del proyecto solicitado, antes o inmediatamente al inicio de la obra, debe estar resuelto el pedido que hace el paisajista, por una gran cantidad de plantas leñosas de diversa magnitud que se plantan conforme la obra va avanzando.
Arboles y arbustos que sirven para decorar o apantallar parte de los lotes o crear ambientes particulares, son el primer artículo comprado una vez que los planos se han aprobado. Luego vendrán -cuando la obra esté en proceso de terminación- las plantas de temporada y otras plantas herbáceas.
Por otro lado, la cubierta de cesped que es también una producción vegetal, requiere expertitud y es un objetivo que no escapa a esta permanente demanda.
Luego al habitarse la nueva vivienda, se integrarán diversos arreglos en maceteros, plantas con flor en macetas, plantas de interior de follaje, flores cortadas en floreros.
Por lo tanto en el ambiente de la producción comercial de planta ornamental, este proceso de construcción de las sucesivas urbanizaciones, mantiene pujante la actividad productiva y la demanda de equipamiento tecnológico y recursos humanos especializados. Lo mismo ocurre con la especialización y equipamiento para los mantenimientos.
Los ambientes tipo country, se han incorporado en nuestro paisaje en la periferia de las ciudades y demandan en forma continua plantas a los floricultores. Cada nueva iniciativa, abarca muchas veces importantes superficies con el objetivo de construir unidades de vivienda, áreas y equipamiento vinculados, en este renovado estilo que prioriza el hogar en el seno de una masa verde. Las parquizaciones entrañan un porcentaje importante del costo de la obra, dependiendo del tamaño del predio. Esta etapa particular requiere un insumo que son las plantas y el trabajo profesional de diseño y ejecución de obra. Pero en el otro extremo de este ovillo se encuentra el floricultor quien es el que produce industrialmente las plantas.
Los floricultores, tienen un papel destacado pues son los provedores del material que usan los paisajistas y deben tener variedad y procesos productivos actualizados, respondiendo con jerarquía a un elevado nivel de exigencias.
En el plano académico y universitario, este fenómeno relativamente reciente, debiera llamar a mesurada reflexión cuando las autoridades correspondientes diseñan las currículas, planes de estudios, las orientaciónes de carrera, integración de los departamentos académicos, provisión de cargos a este tipo de carreras y especializaciones en las facultades de agronomía y en otras que ameritaran incumbencias sobre estos procesos productivos, urbanísticos y sociales.
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