12 de julio de 2013

Múltiples cuestionamientos a los nuevos conocimientos de la agricultura y las ciencias


Para el conocimiento de nuestra historia natural, nuestra etnografía, nuestros recursos naturales es inevitable no hacer referencia en la cantidad de naturalistas, sabios, exploradores que vinieron a nuestros países desde Europa y aportaron conocimientos fundamentales sobre nuestras riquezas naturales. Pareciera que muchas de estas cosas están a punto de ser borradas como si tales no hubieran existido o se hubieran realizado con fines perversos. 

Escuchamos azorados hablar a multitud de personas a través de distintos medios de comunicación quienes mencionan que ha fracasado el enfoque de las ciencias y los paradigmas del conocimiento occidental.

Huelgan las palabras para los que estamos ligados al trabajo académico desde las universidades. Pero el mal que realizan en forma contínua, repiqueteando horrores sobre los conocimientos que se han acumulado hasta estas dos primeras décadas del siglo XXI -21- provocan una suerte de malestar. 

Resultas de ese discurso, hay un ataque contra la medicina, la farmacología, la química que en manos de estos portadores de un conjunto de pseudoconocimientos que se largan a cuestionar principios básicos que han sostenido crecientemente la producción de alimentos que se obtienen en el mundo, el nivel de vida y la extensión de la misma hasta niveles no conocidos hace poco más de medio siglo.

Quedan pendientes de resolución las inequidades que se han generado en cuanto a la disposición de los bienes,  lo misma la genuina preocupación en cuanto a la sostenibilidad del ambiente. Pero esto no obsta para arrojar por la borda los niveles del conocimiento adquirido y los nuevos saltos a los que la humanidad puede llegar haciendo buen uso de ellos. Sin lugar a dudas el debate se encuentra a diario y enriquece los desafíos a los que nos veremos llevados.